domingo, 28 de julio de 2013

SpicyNodes Comidas Latinoamericanas

Utilizando como base la aplicación SpicyNodes les presentamos los temas a desarrollar en este trabajo de investigación y a las vez que tenga la posibilidad de que con esta exposición tenga un idea general de los temas a tratar y la persona responsable.

Esperamos disfruten el trabajo y sobre todo le saquen provecho.



Nubes de Comidas Latinoamericanas

A continuación puedes observar en esta nube de comidas latinoamericanas, los nombres de algunas de las comidas típicas de nuestros países,  por favor, con un clip la disfrutará. 

Wordle: Nombres de Comidas Latinoamericanas

viernes, 26 de julio de 2013

Bienvenida



Estimados lectores:

Este blog denominado Comidas Latinoamericanas ha sido preparado por el Grupo 1 de la Comisión W-35  del Curso: Herramientas Tecnológicas, conducido por la profesora Virginia D. Palacio.  Este curso pertenece a la Especialización en entornos virtuales de aprendizaje, impartido  por Virtual educa de Argentina.

Nuestro grupo esta integrado por estudiantes de diferentes países y vamos a tener la oportunidad de compartir las comidas típicas de cada uno de ellos. Nuestro propósito es llevar a cabo un trabajo colaborativo para que ustedes tengan la oportunidad de interesarse, motivarse por el colorido y presentación de los diferentes platos, que se imaginen el sabor y que tengan los deseos por probarlos.  Lamentamos que sea a distancia, pero ya la vida les proporcionará la oportunidad de degustarlos algún día.

Esperamos que el blog sea de su agrado y esperamos sus comentarios.

Con aprecio:

Marly, Jaquelina, Dionisio, Francia, e Ingrid

jueves, 25 de julio de 2013

Origenes de las comidas latinoamericanas







La cocina latinoamericana es multicromática, particular, picaresca y con raíces adentradas en una historia fascinante tenemos esa cocina hispanoamericana o mejor iberoamericana tan variada, tan millonaria en sabores, olores y características muy suyas.

Una Gastronomía propia de cada pueblo nacida de sus productos, su tradición y sus orígenes culturales. Y es que la cocina latinoamericana no es más que el resultado lógico de esa mezcla de elementos étnicos, culturales, sociales que es nuestro continente. Mezcla de vivencias, de costumbres, de gustos y productos que generan lo que vienen a ser nuestros fogones: una verdadera explosión de color y sabor.

En Latinoamérica cada pueblo posee sus propias características culinarias. Unas provenientes de la era precolombina y otras traídas por los conquistadores, los colonizadores, los emigrantes. Cocina de una tierra que fascina, donde sus elementos comunes no uniforman las propuestas de sus mesas tan celebradas.

Latinoamérica donde los ingredientes de sus platillos salen lógicamente de esas materias primas, de esas producciones naturales de cada lugar. Así encontramos la gastronomía que se explaya en el uso de los mariscos del Pacífico y del Atlántico, las carnes de las grandes pampas y llanuras, las frutas y hortalizas de los ricos campos de labranza, la exuberancia de y riqueza de las tierras tropicales.

Con el fin que podamos conocer más de nuestra comida, este documento presentará información de os orígenes de los países en el siguiente orden:

·       Argentina                             Jaquelina Amayo
·       Colombia                              Francia Elena Agudelo
·       Costa Rica                            Marly Yisette Alfaro
·       Guatemala                            Ingrid Gamboa
·       República Dominicana              Dionisio Belliard

1.-ARGENTINA:

La gastronomía argentina se destaca por un ingrediente especial en casi todas sus comidas: la carne vacuna. Las “parrillas” son  restaurantes típicos en los que se sirve carne asada como acompañamiento, pan y ensalada.

Otras comidas típicas de Argentina son: empanadas, dulce de leche, milanesa, locro y picadas (conjunto de fiambres y quesos acompañados por pan), mate y alfajores. La cocina argentina es el resultado de una sabrosa síntesis, producto del aporte de los platos europeos pertenecientes a las distintas corrientes migratorias, sazonados y combinados con alimentos propios del suelo nativo.

Forman parte de la gastronomía criolla el asado con cuero, el locro, la carbonada, la humita, el mote, el tamal, la chanfaina, las empanadas, el chipá, la mazamorra, el dulce de leche, el arrope, la yema quemada, el quesillo de cabra con miel de caña y una deliciosa variedad de dulces regionales.

La infusión característica es el mate –compartido con los vecinos latinoamericanos del Sur– preferentemente “verde” o “cimarrón” (amargo), con sus variantes: dulce, cocido, de leche y “tereré”.  Las bebidas tradicionales, en tanto, son el vino patero, la aloja y la chicha (estas últimas en las provincias del Noroeste).

Influencia de cultura italiana:

De presencia tan marcada como las carnes, la cocina italiana y sus tradicionales pastas se destacan. La variedad es grande y las más populares son los fideos, ñoquis y las deliciosas pastas rellenas como sorrentinos, canelones y lasañas. No hay que olvidar la  pizza, que también cuenta con una gran variedad de sabores.



Comida criolla:






La cocina típicamente argentina (criolla) está representada en las empanadas, que pueden rellenarse con carne, pollo, jamón y queso, etc. Otro de los platos más típicos es el matambre, una especie de arrollado de carne relleno con pimientos, huevos y vegetales que puede servirse frío o caliente. La cocina regional también cuenta con variedades como el locro (rehogado de maíz y carne de cerdo) y la carbonada (ensopado de carne, legumbres y arroz).


A la hora de acompañar el asado el vino es  una bebida realmente popular estos consagran el país como uno de los mejores productores vitivinícolas del mundo.










El  mate - hecho con una hierba verde que se toma como infusión - es la bebida más típica. Para prepararlo se debe llenar 2/3 del recipiente con yerba, colocar el cilindro (bombilla) y luego derramar agua caliente hasta el borde formando una cobertura de espuma. Se lo puede beber con o sin azúcar.






Un trago característico del país es el clericó, una clase de ensalada de frutas en jarra, bañada por mucho vino y soda. Es ideal para compartir con amigos.




2.-COLOMBIA:

Como la mayoría de las cocinas de los diferentes países, la de Colombia está formada por la influencia de otras culturas que llegaron a nuestro país en la época de la conquista y después durante el siglo XIX y XX.

Estas culturas en cuestión fueron, para el siglo XVII y XVIII, la indígena que habitaba el territorio, la española que llegó en los viajes del descubrimiento y la africana que trajeron los iberos como esclavos para trabajar en las minas y los cañaverales. Para el siglo XIX llegaron los franceses y los ingleses, los cuales, nos enseñaron su gastronomía aplicada a toda clase de platillos e ingredientes.

Las costumbres alimenticias, entre otras, de nuestros ancestros indígenas se vieron cambiadas, por un lado, a raíz de la empresa conquistadora con la presencia de Andaluces, valencianos y aragoneses, entre otros, quienes se impusieron sobre los guisos de la Iguana, el manatí o los insectos para reemplazarlos por el ganado vacuno, por nombrar sólo un producto y por el otro con las preparaciones y las costumbres africanas, especialmente en las zonas costeras.

La variación en los platos y las influencias en las mesas colombianas depende de la zona de donde provenga así como de los recursos naturales que dispongan, éstos pueden ser abundantes o pobres en una región, así mismo los climas múltiples o los desarrollos sociales desiguales pueden repercutir en el crecimiento de una cocina propia y marcar la diferencia.


En Colombia hay diversidad de regiones cada una con sus características especiales y por consiguiente sus costumbres culinarias propias. Tenemos zonas de Costas pacifica y Atlántica, zonas selvática, zona de llanos, zona andina con climas diferentes e influencias propias y zona de valles y planicies, cada una conservó sus tradiciones y fue receptiva a las diferentes influencias.

Sin embargo existen algunos platos con ingredientes compartidos y preparados a “su manera” en cada provincia como las bebidas hechas de maíz, el sancocho, las arepas, el ají, los caldos, las empanadas, los tamales, los arroces y las carnes.

De la misma manera existen platos que son muy parecidos a los españoles como el caso de los Indios de Guiso o repollo relleno, el arroz atollado derivado de la paella, el puchero asimilado al cocido, las morcillas, chorizos y longanizas herencia de los aragoneses y los pimentones rellenos.

La República de Colombia está situada en América del Sur, tiene sus costas por el océano Atlántico y por el océano Pacífico, limita al noreste con Ecuador, Perú y Brasil compartiendo el río Amazonas. Tiene tres cadenas montañosas denominándose zona Andina, al este de los Andes se extienden dos regiones: los llanos y el Amazonas, cuenta con varias islas en la costa caribeña y pacífica.

Su capital Bogotá tiene 7’350.000 habitantes (actualmente se está realizando el censo 2005) es una ciudad muy grande y próspera y está situada en la cordillera Oriental de Los Andes a 2.650 metros de altura sobre el nivel del mar y a 4 36' norte de la línea ecuatorial. Por su estratégica localización, goza de un clima primaveral, durante todo el año.

Fue fundada el 6 de agosto de 1538 por el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada quien combatió con los indios muiscas cerca de Bacatá, centro de esta populosa tribu. En esta nueva ciudad se estableció el Virreinato de la Nueva Granada en 1717. En 1819, Simón Bolívar le dio la independencia y la designó como la capital de La Gran Colombia (actualmente Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela). Fue también la capital de La Nueva Granada (Colombia actual).


3.-COSTA RICA:

Mucho antes de que Colón llegara a sus costas, las grandes civilizaciones que florecieron en América, mantenían relaciones comerciales entre sí. Mediante el trueque o utilizando granos de cacao, los distintos pueblos mesoamericanos comerciaban: esclavos, frutas, vegetales, maderas, plumas de aves, pieles, jade, añil, cobre, oro, cerámica, pescados secos, semillas, y plantas para condimentar sus alimentos.

Dicho comercio se realizaba por vías terrestres (simples veredas o caminos de piedras), fluviales (aprovechando los grandes ríos en sus tramos navegables) y marítimas (alrededor de toda las costas de América Central).

Los indígenas costarricenses, estratégicamente situados en una zona de paso entre las civilizaciones Inca, Maya y Azteca, complementaron los productos alimenticios autóctonos con un intercambio que fue dando forma a una tradición culinaria propia, apoyada en la cultura del maíz, el cacao, el frijol y el pejibaye.

Esta dieta era enriquecida con productos de caza como la carne de venado, iguana, puerco salvaje, conejo, saíno, tepescuincle, pato y otras aves; así como con pescados, almejas, conchas, cangrejos y jaibas.

Cultura del maíz:
                                                                 
Según el libro sagrado de los mayas, el “Popol Vuh” *, el hombre fue creado por los dioses a partir del maíz. El maíz era la principal fuente de alimento de los indígenas: molían sus granos duros y secos, los hervían en agua con cal o ceniza y los molían sobre metates de piedra*, utilizando otra piedra de mano.

La harina de maíz obtenida se mezclaba con un poco de agua y se amasaba con la mano hasta conseguir una consistencia suave.

Luego se hacían las tortillas: colocaban en el centro de la mano una bolita de masa que se palmeaba hasta quedar redonda y aplanada como un disco. Después se ponía sobre un comal caliente y se volteaba al vérsele cambiar de color para que se inflara por unos segundos.




El cacao:


Los mayas y los aztecas utilizaron el cacao como alimento, bebida ceremonial e incluso moneda. En el libro sagrado de los mayas se hace referencia al cacao: palabra maya que significa “alimento de los dioses”.

Los granos de Xocolatl fueron usados como dinero para pagar tributo o impuestos a los emperadores aztecas y para comprar esclavos o alimentos. Con 100 granos se podía comprar un pavo o un esclavo.

Cuentan que el Emperador azteca, Montezuma (a quién se le atribuye haber dicho que el Xocolatl era una bebida divina que fortalecía la resistencia, combatía la fatiga y podía utilizarse para tener acceso a las mujeres), tomaba xocolatl varias veces al día, en sólidas copas de oro.


 
De las semillas tostadas y molidas del fruto de cacao, hacían una pasta que comían como un atol. También preparaban una bebida fría que ingerían al final de las comidas en jícaras, vasos o vasijas finamente pintadas. 

La condimentaban de múltiples maneras: con granos molidos de maíz, miel de abejas, flores de vainilla, chile y achiote, para darle una coloración rojiza. 

Los aztecas llamaron esta bebida Xocolatl.

Los españoles modificaron la palabra a Chocolat y luego a chocolate. En Europa el chocolate fue convertido no sólo en una bebida a la cual se le añadió leche y azúcar, sino que fue transformado en una pasta sedosa y azucarada, casi líquida, que al enfriarse adoptaba la forma de cualquier molde o recipiente y pasó a llamarse bombón o chocolate.

La chica y el vino del coyol:

Desde tiempo inmemorial los pueblos han conocido algún tipo de bebida espirituosa. Su contenido de alcohol, procedente de la fermentación de diversos frutos, semillas, hojas, tallos, raíces y savia de las plantas varía en gran medida. El pulque, tan utilizado por los aztecas, se obtiene de las pencas del maguey. El arrk de la India y el sakki japonés se obtienen de la fermentación del arroz. 



La chicha de las sociedades prehispánicas se obtenía dorando el maíz en un comal, agregándole agua y poniéndolo en vasijas de barro a fermentar. 

El vino de palma, fabricado con la savia de diversas palmeras es conocido en todas las áreas tropicales del mundo.

Los antepasados indígenas hacían vino del fruto de una palma llamada coyol: lo obtenían haciéndole cortes al tronco con filosas navajas de piedra, para que la savia azucarada fuera expulsada.




El mestizaje gastronómico:

Durante la colonia la nueva población de origen ibérico, impulsó la introducción de otros cultivos: trigo, arroz, avena, caña de azúcar, café, algodón, frutas como la naranja y el banano. Con ellos vino también el desarrollo de la ganadería vacuna, porcina y avícola.

Aunque el indígena interiorizó las costumbres culinarias de los españoles: el pan de trigo, los dulces y demás, las huellas de la tradición culinaria autóctona se volvieron imposibles de borrar, dando origen a un particular mestizaje culinario. De ahí que la tradición de cubrir o envolver algunos alimentos en hojas de plátano antes de cocinarlos, para añadirles sabor, se siga utilizando. Asimismo las tortillas, continúan presentes en todos los hogares costarricenses.

Si bien la costumbre de freír los alimentos fue introducida por los hispánicos, en la gastronomía costarricense esta costumbre se mezcló al hábito de hervir, cocer bajo cenizas y asar bajo tierra los alimentos. El comal, la tinaja, la piedra de moler, el metate, la olla de barro y la jícara, fueron complementados con utensilios como la olla de hierro, el sartén y otros implementos de herencia española.

Es claro, entonces, que la mayor parte de la comida típica que conocemos hoy es producto de una perfecta mezcla de tradiciones que muchas veces se modifica, pero mantiene su esencia. En el aporte europeo, muy especialmente de origen francés, cabe destacar básicamente: las salsas, los soufflés, la pastelería y los budines.

El elote o mazorca de maíz, por ejemplo, inicialmente se consumía cocido o asado. Luego sus granos fueron desgranados, se mezclaron con vegetales autóctonos como el chayote, el arracache, la papa, y el plátano verde, se les añadió carne deshilachada y hierbas como el culantro, lo cual dio origen a los tradicionales picadillos costarricenses. Los granos de maíz también dieron origen al pozol: una substanciosa sopa a base de maíz con carne de cerdo, chile en tiras, hojas de culantro y trozos de aguacate, (tradicional de México y América Central, pero con un sabor diferente en cada país). Más adelante el maíz pasó a complementar múltiples ensaladas, arroces y pasteles.

Mezclando el maíz tierno molido con ingredientes como leche, huevos de gallina, azúcar, natilla, mantequilla y queso, introducidos por los españoles, se hicieron atoles, chorreadas y mazamorras dulces o saladas.

Del maíz durón, cocido y molido, se obtenía una pasta con la cual se elaboraron tamales de elote rellenos de pollo y pasas, envueltos en tuza. (del elote o de mazorca de maíz).

Con harina de maíz o con masa (harina de maíz con un poco de agua), se hicieron tortillas. De éstos se derivaron “los gallos”, biscochos, empanadas rellenas con queso, carne de res, cerdo o pollo; el tamal asado con queso, los tamales envueltos en hojas de plátano, que acostumbran comerse en Navidad y se elaboran con diferentes rellenos, (cada familia tiene su propia receta y se acostumbra intercambiar tamales entre familiares, vecinos y amigos). Así como diversas bebidas: el pinolillo y la horchata, cuyos ingredientes son arroz hervido, maní tostado, leche o agua y condimentados con canela, azúcar, ron, cacao y vainilla.

Gallos: tortillas que envuelven frijoles fritos, carne picada, hojas de lechuga, rebanadas de tomate, guacamole o aguacate majado y queso rallado.   


Los quesos elaborados en el país, se han ido diferenciando poco a poco de los europeos hasta tener quesos como el “queso palmito”, el “queso Turrialba”, el “queso tico”, el “queso con hierbas”, o el “queso ahumado” que tienen un sabor y una consistencia muy propia.

Al mezclar el arroz, introducido por los españoles, con ingredientes autóctonos se obtuvo el “gallo pinto”, mezcla de arroz y frijoles, condimentados con cebolla, chile dulce y culantro que se sirve con huevo o natilla a la hora del desayuno; el arroz con pollo, una combinación de ambos ingredientes, a los que se les agrega cebolla, chile dulce, tomates y culantro y muchas veces maíz; así como el arroz relleno con palmito. Los frijoles, se emplean para hacer el “gallo pinto” y el “rice and beans”, (especialidad culinaria de los descendientes de afrocaribeños,  hecha con arroz, frijoles, leche de coco y hierbas aromáticas). Además se prepara con ellos la sopa negra y los frijoles molidos, los cuales se acompañan con tortillas o con rodajas fritas de plátano verde llamadas “patacones”.




















En la provincia de Limón, además del “rice and beans”,se pueden degustar platos caribeños muy variados como por ejemplo, el “pan bon (pan dulce con frutas secas y a veces queso) y; el ron don (hortalizas con carne de pescado y leche de coco) y el condimentado “patie” (pastel relleno de carne).




La gastronomía costarricense ha ido alcanzando, poco a poco, un lugar importante dentro de la gastronomía internacional: los libros de cocina tradicional, innovadora, guanacasteca o limonense han sido traducidos a otros idiomas y algunos chefs costarricenses han sido invitados a países europeos y de América del Sur a hacer demostraciones culinarias.


4.-GUATEMALA:

La comida se origina con la venida de los españoles a nuestro país. Se dio lo que conocemos como comida mestiza tradicional.  La base de la mayor cantidad de platos típicos proviene del maíz. Esta planta es utilizada en casi en su totalidad.


Los granos de la mazorca se ponen a secar y sirven para hacer masa, la cual es utilizada para hacer tortillas, tamales salados y dulces, tamalitos, dobladas rellenas de carne.

La mazorca se puede comer en forma cocida en caldo o asada a las brasas. Las hojas verdes sirven para envolver los tamalitos de elote, chuchitos y chepes.


5.-REPÚBLICA DOMINICANA:

Al igual que la mayoría de países latinoamericanos, nuestra isla fue descubierta por los españoles por allá por 1492, lo cual como es natural produjo una influencia capital en los aspectos gastronómicos del país.  Por su condición de país insular, agrícola y ganadero, la República Dominicana ofrece una variedad de atractivos platos donde mezcla las influencias taínas, europea y africana en una explosión de sabor rica en matices y condimentaciones.

En Santo Domingo puede encontrar todo tipo de comida internacional, sin embargo en tu visita a nuestro país no deje de saborear la cocina dominicana.

La historia de la gastronomía dominicana cuenta entonces con legados de de los taínos, los africanos y los europeos, dando como resultados una gastronomía criolla, que ha preservada y reinventada de generación en generación, con cocimientos, zumos y condimentos que tienen un identidad netamente local.

La cocina dominicana se basa principalmente en vegetales y productos frescos que se adquieren diariamente en los mercados. Entre los platos típicos que no puede dejar de saborear en tu próximo viaje a Santo Domingo son el Sancocho y el Pescado con Coco de Samaná.

Para tu deleite te presente una muestra de un rico sancocho preparado en casa segun las costumbre de los dominicanos. 



Que decir de nuestro platos emblemáticos, nuestro famoso "mangú", el cual generalmente se sirve como desayuno. 



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“La bandera dominicana”, ese compuesto proteínico de arroz, habichuelas y carne, con ensalada y fritura como complementos indispensables y el sancocho son símbolos de esa identidad gastronómica que enarbolamos dentro y fuera de las fronteras como platos nacionales por excelencia. 





















Pero no puede nadie discutir que la cocina dominicana trasciende por mucho sus dos combinados más emblemáticos, y constituye una rica fuente de sabores y aromas que entran sin rubores en la categoría de exquisiteces.